La desaparición de la niñez
A lo largo de la Edad Media, los padres ponían el mismo nombre a los hermanos. Sólo a partir del siglo XVII se empezó a poner un nombre a los niños, y ese nombre no era cualquier cosa como hoy, que unos suenan mejor, otros peor, te gustan o no, tampoco solía ser un asunto del santoral, el nombre significaba el anhelo de los padres, el amuleto de la suerte. Un nombre significaba un poder, un profundo significado hacia el futuro.