Un famoso profesor de Harvard dice que un extraterrestre lo visitó en 2017, y podemos esperar más

Un famoso profesor de Harvard dice que un extraterrestre lo visitó en 2017, y podemos esperar más

Cuando la primera muestra de vida extraterrestre inteligente visite la Tierra desde el espacio, no será un enorme platillo que sobrevuele Nueva York. El presidente del Departamento de Astronomía de Harvard se inclina por la posibilidad de que sea la basura de una civilización extraterrestre. Avi Loeb cree que ya ha encontrado parte de esa basura.

El próximo libro del profesor, que saldrá a la venta el 26 de enero de 2021, expone una teoría convincente de por qué el objeto que recientemente se adentró en nuestro sistema solar era una pieza de tecnología alienígena y no una roca más. Bautizado como “Oumuamua”, el objeto espacial sólo mide unos cien metros de largo, pero fue algo importante para la comunidad científica. Fue avistado por primera vez en Hawái a través del Telescopio de Sondeo Panorámico y Sistema de Respuesta Rápida (Pan-STARRS).

Oumuamua viajó hacia nuestro sistema solar desde la estrella Vega, a 25 años luz de la Tierra, e interceptó el plano orbital de nuestro sistema solar el 6 de septiembre de 2017. Fue el primer objeto interestelar detectado dentro de nuestro sistema solar. No se tomaron imágenes nítidas, pero los astrónomos lo observaron durante 11 días con sus telescopios.

Los científicos creían que era un cometa ordinario, pero Loeb sugirió tener la mente abierta a otra posibilidad. Explicó que un habitante de una cueva que haya visto rocas toda su vida podría haber pensado que un móvil es sólo una roca brillante. Múltiples propiedades extrañas del objeto espacial ayudaron a Loeb a concluir que no era un cometa, sino tecnología desechada de una civilización extraterrestre.

En primer lugar, Loeb señala las dimensiones de Oumuamua. Según los científicos, el objeto era al menos de 5 a 10 veces más largo que ancho, lo que se asemeja a la forma de un cigarro. Ningún cuerpo espacial de origen natural que hayamos observado se ha parecido a él, ni siquiera se ha acercado. El autor también observó el inusual brillo de Oumuamua, que era al menos diez veces más reflectante que los cometas o asteroides del sistema solar conocidos. Compara la superficie del objeto con la de un metal brillante.

Pero la anomalía que realmente convenció a Loeb para su hipótesis extraterrestre fue la forma en que se movía el objeto. Dice que se alejó del sol cuando debería haber acelerado hacia el sol debido a la fuerza gravitacional del sol. Loeb escribe que a medida que el objeto se alejaba del sol, incluso se aceleraba ligeramente hasta un punto altamente significativo desde el punto de vista estadístico. En otras palabras, Oumuamua estaba siendo empujado por otra fuerza además de la gravedad del sol.

La explicación parecía sencilla al principio. La superficie de los cometas se calienta al acercarse al sol, liberando gases antes congelados que actúan como un motor de cohete. Esos materiales liberados forman la característica cola de un cometa, pero los científicos no encontraron ninguna señal de gases o polvo que pudieran impulsar a Oumuamua.

Según Loeb, los escépticos se apresuran a atribuir un origen natural al objeto, y sus explicaciones no resisten el escrutinio de las extrañas propiedades de Oumuamua. Loeb cree que la tecnología pronto encontrará más viajeros espaciales, y el misterio de Oumuamua sólo se resolverá si el mismo objeto es avistado e investigado más a fondo con una sonda.

Fuente: latest-ufo-sightings.net

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