Aumentan los avistamientos de ovnis mientras el Congreso de EE.UU. prepara audiencias con denunciantes

1 comentario en «Aumentan los avistamientos de ovnis mientras el Congreso de EE.UU. prepara audiencias con denunciantes»

1. ¡Buenas abducciones para todos!

   La tanga informativa siempre es efectiva, y todos quieren bajársela…
   Pero, al meter mano, el simio humano, queda atrapado.
   La tanga existe y no existe, todo depende de si el usuario se encuentra en el centro o fuera de él. En todo caso, es el dedo que señala a la Luna mientras un pillo le roba la cartera.

   El creador o recreador, lanza su trayectoria llevándose a cuestas su memoria. Un pequeño conflicto puede lograr ensayar la guerra de las galaxias convirtiéndo a los tercer mundistas en animales humanos. Pero nadie puede negar que es entretenida la religión, amamos los cuentos.

   La nave del misterio es un barco que surca los cielos sin ningún destino.
   Lo extraordinario, obliga a desatender al cliente de turno sobre lo fundamental que le corresponde bajo su propia responsabilidad.

   Ahora, las creencias son muy efectivas para desligarse de la responsabilidad. Son las ficciones técnicas, legales y fantásticas, la santa trinidad usada para montar el engaño perfecto, que logra dormir a la consciencia para que se desarrolle un teatro de realidad que es un circuito cerrado, programable en su inicio y fin. Por lo cual, las múltiples variantes que suceden en medio de esos dos puntos, que muchos incrédulos llaman incertidumbre, son efectos «cuánticos» anecdóticos que suman el archivo estadístico. En éste sentido, los actos fallidos son protegidos por la estructura de poder.

   Así se olvida el propósito evolutivo. El error se conserva en la memoria junto a un bastón de adaptación hasta que la consciencia restituya el orden después de descubrir el efecto generador del error. Por simple lógica, el error genera múltiples efectos y así vez numerosas adaptaciones para cada experto que termina por ser ejecutor y blanco desde su saber.
   Por ejemplo, la democracia es un teatro que se construye día a día con sus ficciones. La creencia de que se elige a un gobernante terrenal o que no se tiene derecho a elegir a un gobernante celestial es muy ingenua. Desde que se escribe la memoria y es llamada historia, siempre han existido imperios, que son asocianes de reinos que se arribuyen ser dueños de la tierra elegidos por Dios, que han conquistado pueblos para reprogramar su memoria borrando el puente generacional, y así generar colonos funcionales.
   Éste fractal es un estigma movilizado en cada núcleo familiar en diferentes grados de afectación. Por éste hecho, todo intento de organización se convierte en una secta parte de un engranaje masivo de control.
   Pero no se engañen, el amo, aunque se beneficie de su rebaño, es también un esclavo al estar obligado a sostener la flauta mágica que establezca la conciencia ideal en ambos.
   El creyente entonces, da vida a la mentira de la misma manera que usa la palabra, y ésta lo lleva a dónde está programada.
   Por si alguien lo ha olvidado, la palabra es un contenedor constituido por apariencias.
   Y éste hecho se verifica en las patologías.
   El enfermo se aleja de lo que es en su periplo lógico y natural de su enfermedad, como los pueblos en sus crisis. Nadie puede ser ajeno, pero la ficción logra anular las señales para nos sentir el ruido del sufrimiento, cosa que retroalimenta al circuito.

   -La confusión, que es olvido de lo fundamental, da una señal de distorsión llamada sufrimiento. El acto fallido-

   La verdad de los pueblos, no sólo moviliza las mentiras, también las superan construyendo su propia realidad a pesar de las ficciones. Por eso, es más sencillo confiar en una máquina, en un artefacto intelectual que se puede controlar.
   Sin embargo, el manipulador se olvida nuevamente que su conciencia es un computador que ordena binariamente el mundo como un ciego intérprete e intermediario entre lo temporal y trascendente, entre la mecánica natural y lo consciencia. Si bien la mecánica clásica logra sincronicidades entre el mapa y el territorio, prever con cierta estabilidad, la seguridad es endeble.
   Éste ordenamiento básico y natural es el emulado por sistemas informáticos globales que sirven para el gobierno de la mente en favor del programador maestro.
   Ahora, el operador de la máquina se ve sujeto a unas interelaciones que asocian múltiples y variadas posibilidades que los hacen pensar como un robot. De ésta manera es muy sencillo engañar a cualquier despistado con sus mismas creencias, ya que es el mismo engañando el que defenderá el gobierno mediante su saber.

   El amo reza, «todo lo que creas será usado en tu contra».

   El principio comunicativo es preciso para esclarecer el estado necesario para un engaño.
   Cuando dos consciencias sintonizan y convergen en un punto en común, se potencian creando algo nuevo en un espacio claro de realidad aumentada. En ese estado, el amor, la libertad y el respeto, se manifiestan espontáneamente sin tener que aclararlo con palabras porque sobran. No se necesita de una autoridad que la habilite, juzgue ni valore.
   Pero en descomunicación, se polarizan los emisores y receptores imponiéndose uno sobre el otro. En ese estado, se necesitan las palabras amor, libertad y respeto, para identificar la carencia, y al mismo tiempo se codifican palabras adaptativas para identificar la condición, como la represión, la obediencia y la tolerancia. El amor entonces, existe y no existe. En descomunicación sobreviene lógicamente la muerte del amor, desde lo que se cree que es el amor, y del personaje que le dió vida.
   Un descomunicado se encuentra dentro de una normalidad que no da acceso a nada fuera de su circuito. Sin embargo la naturaleza del orden lo obliga a romper la ilusión. El primer estadio es la búsqueda del fantasma. Buscará a Dios o así mismo. Ese héroe debe ser paradójicamente externo. El segundo estadío es convertirse en héroe transitando dentro del engaño enfrentando a los ilusorios enemigos hasta una frontera, que es la misma del sueño con la vigilia. El tercer estadío es la salida y entrada como un renacer conscienciente en dónde se puede observar sin apegos el circuito de locura que se ha dejado. Ese mismo mundo, es un mundo nuevo.

   La consciencia determina el cuerpo necesario para el escenario.

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