Un objeto anómalo en la misión Apolo 16: ¿Visita extraterrestre o fallo fotográfico?
Durante décadas, una serie de imágenes capturadas por la tripulación del Apolo 16 en la superficie lunar han generado intenso debate. La Apollo Lunar Surface Journal, el registro oficial de la misión, ofrece nuevos ángulos y detalles sobre este enigmático evento ocurrido el 23 de abril de 1972.
Los protagonistas fueron los astronautas John Young y Charlie Duke, ocupados en su segunda actividad extravehicular (EVA 2). Young estaba cerca del rover lunar cuando algo llamó su atención. Según el diario, Young informa por radio sobre un "objeto blanco", describiéndolo visualmente como una especie de "bala" o proyectil brillante que transitaba por la cima del Monte South Ray, un pico cercano. Su trayectoria implícitamente rectilínea y horizontal llamaba la atención en el entorno estático lunar. Duke también lo vio confirmando la observación compartida. Ambos, experimentados pilotos y astronautas, enfatizaron la notabilidad del suceso y su velocidad constante. Young destacó específicamente que el fenómeno no era un reflejo, fotografía u otro elemento conocido en su entorno inmediato.
El objeto se mantuvo visible durante aproximadamente 3 segundos antes de perderlo de vista. Las cámaras del módulo de mando, no operativas en ese momento por instrucciones de la NASA durante las EVAs, no pudieron capturarlo. La ausencia de esta cobertura incrementó la especulación. Sin embargo, una cámara sí logró procesar una imagen potencialmente relacionada: la fotografía AS16-121-19438, que aparentemente muestra, de forma muy tenue, una pequeña forma blanca puntiaguda desplazándose sobre la superficie lunar. El diario muestra el análisis de esta imagen.
Las explicaciones convencionales propuestas por la NASA apuntaron inicialmente al "blemish", una célebre mancha de polvo en el interior de la ventana del módulo lunar "Orion". Sin embargo, esta hipótesis se enfrenta a dificultades significativas. La mancha era grande y compleja, y su posición documentada no coincide con la trayectoria reportada visualmente por Young y Duke. Las fotografías del "blemish" tomadas durante la misión muestran una forma más redondeada y nunca se movió con la aparente velocidad y precisión horizontal descritas. Además, ambos astronautas tuvieron claro tiempo después de la misión que lo que vieron no era esa mancha. Años más tarde, la NASA sugirió que podría tratarse del panel de una antena reflejando la luz del sol durante su despliegue. Pero este suceso ocurrió minutos antes, en otra posición del cielo.
El testimonio directo, la claridad de la observación bajo condiciones lunares ideales para el avistamiento (cielo oscuro y constante), y las dudas razonables sobre las explicaciones técnicas tradicionales mantienen vivo este enigma. El objeto descrito por Young y Duke – constante en forma, velocidad y brillo – representa uno de los eventos anómalos mejor documentados del programa Apolo, sin explicación consensuada muchos años después. El incidente del Monte South Ray encarna un ejemplo prístino de cómo el espacio profundo aún reserva fenómenos observacionales desconcertantes que desafían la explicación inmediata.
Descubre más desde Mundo Misterioso
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

