Un denunciante afirma que hay pruebas abrumadoras de tecnología alienígena, dice Ross Coulthart

Un denunciante afirma que hay pruebas abrumadoras de tecnología alienígena, dice Ross Coulthart

En una revelación innovadora, un ex veterano de la Fuerza Aérea de EE. UU., Jake Barber, ha presentado afirmaciones que podrían redefinir la comprensión del público sobre los fenómenos aéreos no identificados (UAP). Según el periodista de investigación Ross Coulthart, Barber alega que estuvo involucrado en la recuperación de tecnología no humana durante su mandato en un programa secreto de recuperación de ovnis. Estas acusaciones, respaldadas por pruebas y testimonios que lo corroboran, han captado la atención de funcionarios gubernamentales y han provocado debates sobre la transparencia de las investigaciones relacionadas con los UAP.

Un veterano con reclamos extraordinarios

Jake Barber, descrito como una fuente muy creíble, es un ex operador militar de primer nivel, uno de los miembros más selectos del personal de las fuerzas armadas estadounidenses. Su servicio ha sido corroborado por múltiples colegas y verificado por Coulthart y su equipo. Barber ha afirmado que durante su trabajo como piloto de helicóptero contratado, participó en la recuperación de varias naves derribadas, algunas de las cuales cree que son de origen no humano. Sus declaraciones han sido enviadas a entidades gubernamentales clave, incluido el Comité Selecto de Inteligencia del Senado y la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) del Pentágono.

Coulthart enfatiza la credibilidad de Barber, destacando su extenso historial de servicio, autorizaciones de seguridad ultrasecretas y evaluaciones psicológicas y poligráficas continuas durante su carrera militar. Estándares tan estrictos, junto con testimonios que lo corroboran, dan peso a las afirmaciones de Barber.

Las acusaciones y las pruebas faltantes

Las afirmaciones de Barber incluyen la existencia de especímenes biológicos y tecnología avanzada de origen no humano, denominada en la terminología moderna «inteligencia no humana» (NHI). Si bien estas acusaciones son sorprendentes, plantean preguntas apremiantes sobre la transparencia dentro del Pentágono. Según Coulthart, las pruebas presentadas por el equipo de Barber, incluidas imágenes y datos, supuestamente desaparecieron durante las investigaciones internas, lo que arroja dudas sobre la integridad del proceso.

El ex investigador de ovnis del Pentágono, Luis Elizondo, ha expresado su preocupación por el manejo de información tan sensible. Sugiere que los líderes anteriores del Pentágono pueden haber carecido de transparencia, un sentimiento del que se hacen eco muchos en la comunidad de investigación de la UAP.

El panorama más amplio

Las implicaciones de las afirmaciones de Barber son inmensas. Si se demuestra que es legítima, esta historia podría eclipsar incluso las revelaciones de 2017 en The New York Times sobre el programa secreto OVNI del Pentágono. Elizondo destaca la importancia del papel de Barber y señala que a los operadores de primer nivel se les confían las misiones más críticas del país. Su credibilidad, basada en años de evaluación rigurosa, añade un peso considerable a dichas revelaciones.

Coulthart también señala que Barber no está solo. Según se informa, otros denunciantes están dispuestos a presentarse, insinuando una red más amplia de personas con conocimiento de primera mano de los programas de recuperación de UAP. Sin embargo, los obstáculos a la transparencia siguen siendo sustanciales, y los obstáculos burocráticos y la aparente mala gestión de las pruebas plantean desafíos importantes.

El llamado a la transparencia

Los críticos argumentan que el enfoque del Pentágono hacia las investigaciones de UAP ha sido evasivo. Algunos perciben la AARO, creada para aclarar los fenómenos de la UAP, como una herramienta para desviar el escrutinio público. Coulthart advierte que, sin una mayor transparencia, la credibilidad de estas investigaciones seguirá viéndose socavada.

Es alentador que el nombramiento de un nuevo director de AARO haya despertado optimismo entre los investigadores de la UAP. A diferencia de su predecesor, quien enfrentó acusaciones de ocultar información tanto al Congreso como al público, se considera que el nuevo liderazgo está más comprometido con descubrir la verdad.

Conclusión

Las revelaciones de Jake Barber y la posterior investigación de Ross Coulthart han reavivado el debate sobre los UAP y la necesidad de que el gobierno rinda cuentas. Con acusaciones de tecnología no humana, pruebas faltantes y denunciantes que temen por su seguridad, lo que está en juego nunca ha sido tanto. A medida que más personas dan un paso al frente, el impulso por la transparencia continúa creciendo, y promete arrojar luz sobre uno de los temas más enigmáticos de nuestro tiempo.

El mundo espera ver si estas afirmaciones innovadoras conducirán a una nueva era de entendimiento, o si quedarán sepultadas bajo el peso de la burocracia y el secretismo.

Fuentes: www.latest-ufo-sightings.net


Descubre más desde Mundo Misterioso

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.