Proyecto Serpo
Una de las historias más asombrosas y controvertidas en el ámbito del presunto contacto extraterrestre es el Programa de Exchange Reticuli de Zeta, más comúnmente conocido como Proyecto Serpo. Esta misión secreta, supuestamente llevada a cabo por el gobierno de los Estados Unidos, consistió en enviar a un grupo de doce militares en un viaje de diez años a un planeta lejano situado en el sistema estelar de Reticuli Zeta. El desenlace de la misión fue impactante: solo siete de ellos regresaron, poniendo fin a décadas de especulaciones, misterios y teorías de conspiración.
Orígenes del Proyecto Serpo
Se dice que la idea del programa de intercambio comenzó en la década de 1950, tras años de interacción entre las agencias de inteligencia de EE. UU. y una raza de extraterrestres conocida como los Ebens. Se cree que estos seres, supervivientes del incidente de Roswell de 1947, mantuvieron contacto con la Tierra y, finalmente, propusieron una colaboración única: un intercambio cultural y científico.
Para 1963, tras el interés del presidente Kennedy en la exploración espacial y el secretismo que rodeaba los encuentros extraterrestres, la comunicación formal con los Ebens se intensificó. Se programó un aterrizaje planificado, y el 24 de abril de 1964, llegaron dos naves alienígenas: una aterrizó en un lugar equivocado cerca de Corona, Nuevo México, y la otra, más tarde, descendió con éxito cerca de la Base de la Fuerza Aérea de Holloman.
Selección y entrenamiento del equipo
Para prepararse para la misión, el ejército estadounidense pidió voluntarios a través de canales clasificados. Alrededor de 600 del personal respondieron. La lista se redujo a 16 y, en última instancia, Se seleccionaron 12 hombres para participar en el intercambio. Los criterios eran estrictos: sin lazos familiares cercanos, la resiliencia psicológica y una amplia gama de habilidades que incluyen medicina, ciencia y navegación.
La capacitación se realizó en instalaciones de alto secreto, incluidas Fort Belvoir, «La granja» de la CIA y en el extranjero en lugares como México y Chile. Los sujetos incluyeron astronomía, conceptos básicos de lenguaje alienígena, supervivencia e incluso técnicas de aclimatación para condiciones atmosféricas desconocidas.
Salida y viaje a Serpo
La partida tuvo lugar en 16 de julio de 1965 en el Sitio de prueba de Nevada cerca de la infame Área 51. La nave espacial alienígena que llegó era capaz de transportar 40 toneladas de equipamiento incluidos vehículos, suministros y equipo. Los estadounidenses abordaron la nave, junto con sus suministros, y comenzaron un viaje de 10 meses a través del espacio profundo.
Viajando a velocidades sobre 40 veces la velocidad de la luz la tripulación experimentó problemas de desorientación y salud. Para protegerlos, se colocaron en «burbujas» individuales que estabilizaron sus sistemas biológicos. El tiempo en sí se distorsionó: muchos perdieron la noción de los días y las noches, y los dispositivos de cronometraje estándar finalmente fracasaron. La tripulación tuvo que adaptarse al tiempo de Eben, basado en el día de 43 horas de su planeta.
La vida en el planeta Serpo
A su llegada, los estadounidenses fueron recibidos por los ebens y se introdujeron gradualmente en la vida de su planeta. El medio ambiente era duro, con calor extremo cerca del ecuador — llegando hasta 140 °F (60 °C) – y dos soles que iluminan el cielo, haciendo que la noche sea prácticamente inexistente. Finalmente, el equipo se mudó a un área más templada conocida como «Little Montana» con bosques, agua y temperaturas más frías.
Los Ebens vivían en viviendas simples, no practicaban ninguna forma de moneda y dependían de un sistema comunal para distribuir alimentos y recursos. Su dieta era vegetariana, con alimentos cultivados hidropónicamente. Aunque al principio los estadounidenses los consideraban insípidos, algunos alimentos se destacaron por tener propiedades curativas, especialmente durante épocas de enfermedad.
Un aspecto sorprendente de la vida de Eben era su uso de Tecnologías de curación basadas en la luz a menudo involucrando un luz azul que podría rejuvenecer o curar dolencias. Su sociedad enfatizó la paz, el equilibrio y la compasión.
Descubrimientos tecnológicos
A lo largo de la misión, los estadounidenses observaron e interactuaron con la tecnología Eben. Entre los artículos más fascinantes estaba el Libro amarillo un dispositivo holográfico que mostraba eventos históricos en la Tierra en forma 3D. Este dispositivo podría interpretar el lenguaje del espectador y responder en consecuencia.
Las fuentes de energía en Serpo incluían sistemas de energía de antimateria, con un componente descrito como un «rectángulo de cristal» que adaptaba su salida de energía según la demanda. Esta tecnología, capaz de proporcionar voltajes precisos, fue traída de vuelta a la Tierra y estudiada para aplicaciones militares y científicas.
Desafíos y Dilemas Éticos
A pesar de los avances científicos, la misión enfrentó desafíos significativos. Un miembro de la tripulación, designado 308, murió durante el viaje debido a una embolia pulmonar. Más tarde, el equipo se enteró de que su cuerpo había sido utilizado por los Ebens para experimentos de clonación, produciendo una forma de vida híbrida — una revelación que perturbó a muchos y suscitó preocupaciones éticas sobre la naturaleza del intercambio.
Se pidió a los estadounidenses que no mataran a los animales locales, pero algunos lo hicieron por necesidad de carne. En un caso, se mató a una criatura parecida a una serpiente con ojos humanoides y se la disecó, revelando una sorprendente estructura biológica humana. Este incidente, junto con otras interacciones, subrayó las profundas diferencias y similitudes biológicas entre las especies.
Vuelta a la tierra
Aunque la misión estaba planificada para diez años, los estadounidenses se quedaron más tiempo debido a la confusión sobre el calendario Eben y el control del tiempo. Solo siete miembros regresaron a la Tierra en 1978. El resto había muerto o eligió quedarse en Serpo. Los que volvieron fueron puestos en cuarentena, interrogados, y vivieron el resto de sus años en aislamiento.
Conclusión
Ya sea visto como un hecho, ciencia ficción o encubrimiento gubernamental, el Programa de Intercambio Zeta Reticuli sigue siendo una de las historias más elaboradas y cautivadoras de contacto extraterrestre jamás contadas. La idea de que la Tierra alguna vez participó en un intercambio pacífico y cooperativo con una civilización alienígena plantea profundas preguntas sobre nuestro lugar en el universo, nuestro potencial tecnológico y nuestra disposición para explorar lo desconocido.
Si es cierto, el Proyecto Serpo es más que una historia; es un reflejo de las más profundas curiosidades de la humanidad y de sus mayores esperanzas de contacto más allá de las estrellas.
Fuentes: www.latest-ufo-sightings.net
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